Aunque con retraso, aquí tenéis la crónica de la Maratón de Madrid. En esta ocasión se trataba de una carrera muy especial para mí. Después de las amenazas del traumatólogo de que tengo que dejar de correr o me pone ya una prótesis de cadera, decidí que esta sería mi séptima y última maratón. Así que !a disfrutarla!
Última semana, y no sé qué hacer. Correr, quiero correr la carrera, pues para eso he pagado y entrenado duro durante 5 meses. Pero no puedo ni andar. Así que comienza el plan de emergencia: Fisioterapia, y reposo. La fisio me estuvo apretando y haciéndome llorar (literalmente) durante una hora. Con eso y con varios quinesios (mi pantorrila parecía la armadura del Quijote) decidí correr, y que sea lo que sea.

Y así comencé mi última maratón, despacito, muy despacito, y con mucho miedo. Muy buenas sensaciones hasta la media, que paso a 1:43, y en el km 24, !zas! reaparece mi amiga la contractura! Pues bien, a ritmo de kilómetro corriendo, parada a estirar, y vuelta a trotar arrastrando los piés, fui consiguiendo completar los 18 restantes. En esta ocasión el perfil del final era más amable que en otras ediciones, lo que ayudó en la llegada, mucho más suave.
Y con mi familia en la meta, conseguí acabarla, tras cuatro horas de una mezcla de sufrimiento y placer.

Un abrazo para todos, y disfrutad de este maravilloso deporte todo lo que podáis.
Juan.
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